"Si la Ley llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y
no puede fallar la Escritura, a quién el Padre envió y consagró al
mundo, ¿decís vosotros: ¡blasfemas! Porque he dicho: yo soy el Hijo de
Dios?" (Juan 10,35-36) ¿De hecho, si Dios habló a los hombres para que
sean llamados dioses, cómo la Palabra de Dios, el Verbo que está en
Dios, no sería Dios? ¿Si los hombres, porque Dios les habla, son hechos
partícipes de su naturaleza y llegan a ser dioses, cómo esta Palabra, de
la que les viene este don, no sería Dios?... Tú, tú te acercas a la
Luz, y la recibes, y te cuentas entre los hijos de Dios; si te alejas de
la luz, te oscureces, y te cuentas entre los hijos de las tinieblas (cf
1Tes. 5,5)...
"Creed a las obras. Para que comprendáis y
sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre” El Hijo de Dios no dice
“el Padre está en mí y yo en el Padre" en el sentido en que los hombres
pueden decirlo. En efecto, si nuestros pensamientos son buenos, estamos
en Dios; si nuestra vida es santa, Dios está en nosotros. Cuando
participamos en su gracia y cuando somos iluminados por su luz, estamos
en Él y Él en nosotros.
Pero reconoce lo que es propio del
Señor y lo que es un don hecho a su servidor. Lo que es propio del Señor
es la igualdad con el Padre; el don concedido al servidor, es
participar en la Salvación. "Entonces intentaron detenerlo" ¡Si sólo lo
habían cogido - pero por la fe y la inteligencia, y no para atormentarlo
y matarlo! En este momento en que os hablo, todos, vosotros y yo,
queremos coger a Cristo. ¿Prenderlo, en qué sentido? Vosotros lo cogéis
cuando lo comprendéis. Pero los enemigos de Cristo buscaban otra cosa.
Vosotros cogéis para poseer, ellos querían cogerlo para desembarazarse
de él. Y porque querían cogerlo así, ¿qué hace Jesús? "Escapó de sus
manos". No pudieron cogerlo, porque no tenían las manos de la fe...
Verdaderamente cogemos a Cristo si nuestro espíritu coge al Verbo.
in evangelhoquotidiano.org